WARSZAWA.
Grazka Lange
Media Vaca, 2015
Tomo el libro, cuadrado y pequeño, en mis manos. Lo sostengo con cariño, su tacto me resulta agradable. Es uno de los favoritos de mi estantería y descansa junto a otros de la misma editorial que guardo como pequeños tesoros.
Cuando lo abro pienso en las cajas de lata donde nuestras abuelas guardaban los botones. De eso trata: de las colecciones de objetos corrientes que acaban contando nuestra historia, la de nuestras familias y lugares de origen. Varsovia me parece tan cercana cuando me reconozco en estos bellos ejercicios de memoria…
El volumen presenta 28 relatos breves de distintos autores y autoras, cada uno con su correspondiente página desplegable a la derecha. En la parte visible de ésta podemos contemplar contenedores domésticos de materiales diversos: desde la tradicional caja de puros de La Habana hasta los envejecidos estuches de cuero que conservaban objetos de afeitado o de escritura. No importa: el contenido original ha sido reemplazado por acumulaciones de otras cosas, útiles o no, que avivan nuestros recuerdos. Cabos de lápiz, esferas de reloj, sellos de Correos, mechones de pelo, tapones de botella… Quién no tuvo uno de esos cofres de las maravillas o se asomó a los que conservaban sus familiares. Viajamos al pasado a través de estas narraciones de lo cotidiano y nos acompaña el eco de los pasos sobre la calle empedrada, el aroma de dulces elaborados con humildes ingredientes, la sombra del atardecer en los desvanes…
En esta tarde de encierro emprendo el camino de la nostalgia, dispuesta a encontrarme con otras voces que entonan melodías hermanas a lo largo y ancho del planeta. Aquí, al pie de la escalera, despliego mi atadillo de cuentos, mis muñecas de papel y mis pocillos de barro, y aguzo el oído por si cantan en la calle:
A tu puerta hemos llegado
cuatrocientos en cuadrilla.
Si quieres que te cantemos,
saca cuatrocientas sillas.
Fotografías: Roberto Molero
Más información sobre el libro: https://www.mediavaca.com/es/mi-hermosa-ciudad/warszawa