Vacaciones. Un pueblo cualquiera donde los campos están a un breve paseo de la cama donde amaneces. El tiempo se mide en palabras como “chapuzón”, “primos”, “helado”, “bicicleta”, …”tebeos”. Sí, siempre hay rincones donde se apilan esos maravillosos papeles.
Yo los leía todos: de humor y de aventuras, en blanco y negro y en color, nacionales y extranjeros. Los devoraba con finales cerrados y con implacables “continuará” que no se habían cumplido en treinta años. Repetía una y otra vez, aunque los conociese de memoria. Era adicta.
Me encantaba también la sensación de compartir lecturas con invisibles compañeros de varias generaciones. Mi propio padre era uno de ellos, pero transformado ficcionalmente, igual que todos nosotros, en un travieso muchacho del País de Nunca Jamás. El cómic era un reino de libertad y de infancia.
Con la vuelta al cole, aparecían las listas de lecturas recomendadas, los clásicos y el didactismo. Como auténtica ratona de biblioteca, los devoraba igualmente; pero la fraternidad se rompía, emulada apenas por el intercambio de series y colecciones. El mundo de la viñeta no exigía carnet ni declaración de principios. Cualquiera podía entrar y salir de él sin condiciones.
El silbido del lobo me ha devuelto esa sensación. A pesar de venir camuflado por una cuidada edición en tapa dura y con una innecesaria justificación en la contracubierta, la narración gráfica también pasa sin complejos de un género a otro: del álbum a la narración ilustrada, del cuento tradicional a las películas de pandillas, pero siempre en clave de cómic. En sus páginas, un héroe incomprendido combate contra la avaricia y el desprecio de los poderosos; las calamidades se abaten sobre él; una extraña sustancia lo transforma… ¿No os suena de nada?
A partir de ahí mi fiebre creativa se desata. Que el personaje protagonista sea un lobo establece continuidad con los talleres de periodismo que dieron tan buen resultado y me empuja a retomar los de cómic. Quiero recorrer sus elementos, proponer selecciones, hacer un club de lectura, un canal de booktubers. Y, puesto que tengo pendiente una consulta desde nuestro correo (¿Ves, Rocío? No nos habíamos olvidado), vamos a empezar una nueva ruta, una ruta de CÓMIC.
Sigue El silbido del lobo y descubre tus súper poderes. ¡Reinventamos las vacaciones!
El silbido del lobo
Bjorn Rune Lie
Barbara Fiore Editora